miércoles, mayo 09, 2012

G L A D N E Y

( = el que viene primero en la colina puede sentarse donde le = la madruga del gusano )
pues
un gusano puede dañar la sopa de la cocina entera así
 como
el hombre muestra una pierna de cerdo, la mujer muestra una botella de vino,
 luego
parece que el mono se come el jengibre
 y
si usted fuera un poco más tarde, me habría tomado el contenedor de pescado entero, comiendo con tanta fuerza como elefantes
para
una lengua que se zambulle como un camarón
alrededor del chisme malicioso
y así convertirá una pieza preciosa
en metal muy puro.

               (  de Extracción de la piedra del vertido )


8 comentarios:

  1. Gastronomía Surrealista. Interesante.

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  2. Sr. Istefel, he leído un poema suyo en un lugar llamado "Poesía Hispana", o algo así, empieza diciendo:

    "Así­ que ese dí­a estaba yo haciendo la cola de la compra"

    Me ha gustado mucho.

    Saludos.

    Sr. Tarraque

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  3. Efectivamente, lo escribí hace ya algún tiempo. Debo confesar que cada vez que lo releo le encuentro más defectos..

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    Respuestas
    1. Asunto espinoso el de los defectos. Virtudes para algunos ciertos "defectos", defectos para otros ciertas "virtudes".


      Sr. Tarraque

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    2. De todos modos. Gracias, Sr.Tarraque. Es demasiado amable conmigo. Creo que algún día podré decirle esto de viva voz. Mientras tanto, vayan nuestros saludos.

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    3. De nada, Don Istefel. Sin duda platicaremos algún día sobre estos asuntos.

      Por cierto, hace tiempo, en una entrada remota del blog de Ferrer Lerín, barajamos la posibilidad de intercambiar direcciones de correo electrónico, y se me ocurre que, dado que -dato que Ud. desconoce- mi pareja le tiene agregado en facebook (yo aún no me he animado a ser miembro), podría facilitársela por mensaje privado.

      Saludos.

      Sr. Tarraque.

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    4. Me parece una excelente idea. Barrunto la identidad de su pareja; sin embargo estoy seguro que me excusara al no despejar la incógnita. A la espera pues de felices nuevas un fuerte abrazo, Sr. Tarraque.

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    5. No sólo le excuso, Sr. Istefel, le agradezco que no lo haga: el enemigo siempre acecha y no conviene dejar más pistas que las falsas. Tendrá Ud. noticias en breve y, quién sabe, tal vez se confirme su sospecha.

      Un abrazo.

      Sr. Tarraque

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